La acción de la caña de pesca se puede resumir en el grado de elasticidad o rigidez de la caña, es decir, cuanto y por donde se dobla por la fuerza a la que la sometamos. No se debe confundir con potencia, ya que esta es la fuerza que soporta la caña en el momento de la captura del pez o lance.
La acción de una caña se puede dividir en cuatro tipos.
- Acción de punta o rápida: son cañas potentes y duras. Estas requieren de una técnica depurada y un gran esfuerzo físico para su lanzamiento, de no ser así no le sacarás ningún partido. Sus punteros, como es lógico, son muy poco sensibles por lo que resulta más difícil detectar picadas pequeñas o medias. Con estas cañas se consiguen las mayores distancias de lances.
- Acción semiparabólica o de acción media: Cañas menos potentes y duras que las anteriores. Al ser su puntero menos rígido se detectan mejor las picadas aunque se consiguen menos distancias, aún así se consiguen buenas distancias y no requieren de tanto esfuerzo como las anteriores.
- Acción parabólica o de acción lenta: Cañas muy cómodas y con gran elasticidad, lo que conlleva menos distancia que con las anteriores y una gran capacidad de detección de picada. Con este tipo de cañas sentirás todo los tirones que de el pez mientras lo sacas, por lo que resultan muy emocionantes y entretenidas en esos momentos. Son capaces de flexionar mucho en el lance, doblando su blanck casi totalmente.
- Acción de repartición: cañas de gran potencia y robustez. Se mezclan en este tipo de caña lo mejor de las anteriores. Permiten lanzamientos muy largos y detectan muy bien las picadas. Por precio y técnica que precisan este tipo de cañas, se podría decir que es sólo para pescadores muy habituales.
Aunque la imagen está tomada con un móvil y no se ve muy bien, a ver si sois capaces de decirme qué acción tiene la caña de pesca que lanzo 😉